Los criminólogos realizan investigaciones científicas para analizar el comportamiento delictivo y los factores que contribuyen a él, evalúan las medidas que la sociedad desarrolla para combatir el crimen y cómo rehabilitar a los delincuentes. También, cómo se analizan las pruebas, los factores hereditarios, sociales y psicológicos que contribuyen al delito, la eficacia de los métodos de investigación y los programas de rehabilitación criminal.
La Criminología, como ciencia inter-, multi- y transdisciplinar, puede enriquecer notablemente amplios espacios vitales al abordar cuestiones relativas al delito, al delincuente, a la víctima –y a la interacción entre ambos llegado el caso-, y a la delincuencia como fenómeno, a fin de determinar sus causas y consecuencias, la forma de prevenirla y, en cuando esto no sea posible, la manera de abordarla.
En este contexto, la figura del criminólogo emerge injertando nuevas dimensiones humanitarias y humanistas en la convivencia, convirtiéndose en un elemento clave en diversos ámbitos. El instrumento básico para que los criminólogos desarrollen adecuadamente su cometido profesional es el informe criminológico.
El informe criminológico es un informe de carácter técnico, entendiendo como tal la exposición por escrito de las circunstancias observadas en el examen de la cuestión que se considera, con explicaciones detalladas que certifiquen lo expresado. Se trata de una exposición de datos o hechos, respecto a una cuestión o un asunto. Es, en otras palabras, un documento que describe el estado de un problema desde una perspectiva científica.
Como documento de carácter técnico, tiene como objetivo responder a diversas cuestiones que compete responder desde las ciencias criminológicas, y que presenta una estructura formal adecuada para su comprensión e interpretación por parte de lectores que no son especialistas en la materia.
Irrumpe en la escena judicial configurándose como una nueva herramienta que puede enriquecer la capacidad ponderativa del Juez, ofreciéndole a éste conocimientos científicos sobre determinados aspectos relacionados con el hecho criminal, con la persona o personas que hayan cometido el hecho, y con la/s víctima/s que lo hayan padecido.
Es por lo tanto un instrumento orientado a proporcionar al operador judicial aquellos conocimientos empíricos sobre aspectos no normativos, facilitando de esta manera el necesario auxilio técnico al juez, propio de la labor pericial.